Un tipo se compró una moto Ninja 1100, y para estrenarla se llevó a dos amigos, entre ellos un tartamudo:

Móntense, vamos a probar mi moto.

Los dos amigos se montan y el tipo arranca como loco. Al cabo de un rato el sujeto voltea y pregunta:

Quiubo, mano, ¿cómo vamos?

Y el tartamudo responde:

Jajajaja ja ja ja ja…

¿Ah, sí? ¡Vamos a ver!

Y el motociclista acelera todavía más. Un rato después pregunta nuevamente:

¿Cómo vamos?

Jajaja ja ja ja jaja…

¿Ah, sí?

Esta vez acelera la moto a máxima velocidad; para y, con aire de autosuficiencia, insite:

Quiubo, ¿cómo nos fue?

Jajajajairo se cayó en la primera vuelta!