Un rabe atraviesa el desierto
Un árabe atraviesa el desierto montado en su camello. Después de tantos dÃas viajando ya querÃa tener sexo. Por lo que a cada rato mira hacia atrás, para ver el trasero del camello y profiere:
Mmmm, me tengo que coger a ese camello.
Un rato después, vuelve a mirar el trasero del camello y exclama:
Mmmm, ahorita me lo voy a coger.
Pero no lo hizo, y a los 5 minutos insiste:
¡Ya no me aguanto más, carajo!
Se baja del camello y lo empieza a abrir de patas. El camello no se deja y, después de tanto luchar para abrirlo de patas, el árabe quedó rendido.
Casualmente, pasa por ahà una rubia de ojos azules en su coche último modelo. De improviso, el coche tiene una falla mecánica y la mujer tiene que detenerse. Se acerca al moro y le ofrece que si él pudiese componer su coche, a cambio ella harÃa lo que él quiera.
El árabe responde que sà y, al poco tiempo, deja el coche como nuevo. Entonces, la dama se acerca a él y le dice:
Ahora sÃ, haré lo que tú quieras.
Contento, el morisco responde: ¿Lo que yo quiera?
¡SÃ, sÃ, lo que tú quieras!
Pero, ¿estás segura?, insiste el beduino.
¡Claro que estoy segura!
Entonces, ¡ayúdame a abrir de patas al camello!
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